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Incontinencia urinaria: ¿Verdadero o falso?

Hablar sobre la incontinencia urinaria puede ser incómodo. Pero millones de estadounidenses conviven con esta afección. Descubra cuánto sabe sobre la incontinencia.

Verdadero o falso: En las mujeres el escape involuntario asociado a ciertas actividades es la forma más frecuente de incontinencia.

Verdadero. La incontinencia urinaria de esfuerzo es la forma más frecuente de incontinencia en las mujeres. Consiste en el escape involuntario de orina cuando se ejerce presión en la vejiga al toser, estornudar, hacer ejercicio u otras actividades.

Verdadero o falso: La incontinencia urinaria de esfuerzo es una parte normal del envejecimiento como mujer.

Falso. Este tipo de incontinencia urinaria es más frecuente en las mujeres mayores, pero también la pueden sufrir las mujeres más jóvenes. Los factores de riesgo de la incontinencia urinaria de esfuerzo son el embarazo y parto, sobrepeso u obesidad, tabaquismo, tos crónica y ser de raza blanca o hispana.

Verdadero o falso: Los varones a menudo presentan vejiga hiperactiva.

Verdadero. La vejiga hiperactiva, caracterizada por una necesidad repentina de orinar, es un problema frecuente en los varones y las mujeres. Las mujeres corren más riesgo de sufrir esta afección después de la menopausia. Los varones parecen tener un riesgo mayor si han tenido problemas de próstata.

Verdadero o falso: Para mejorar los síntomas de la incontinencia debe beber menos líquidos.

Falso. A veces, las personas limitan la cantidad de bebida que ingieren porque piensan que si beben menos producirán menos orina. En realidad, la disminución de los líquidos hace que la orina sea más concentrada, lo que puede irritar la vejiga.

Verdadero o falso: La incontinencia urinaria no puede revertirse.

Falso. En la mayoría de los casos, los tratamientos para la incontinencia responden muy bien. Con una evaluación minuciosa de un médico y un plan de tratamiento adecuado, muchas personas con incontinencia urinaria pueden mejorar o incluso revertir la afección.

No deje que la vergüenza le impida hablar con su médico sobre la incontinencia urinaria. Pueden hablar sobre las diversas opciones de tratamiento disponibles y, juntos, encontrar una que sea la más apropiada para su caso.