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Hábitos saludables después del cáncer de mama

Después de finalizar el tratamiento contra el cáncer de mama, es normal preocuparse por la posibilidad de que el cáncer reaparezca. Una de las mejores maneras de afrontar esta preocupación es cumplir con las visitas de seguimiento con su doctor. Además, implementar los siguientes cambios en el estilo de vida puede ayudarla a mantenerse lo más saludable posible.

Baje de peso, si es necesario

Muchos estudios sugieren que tener sobrepeso aumenta el riesgo de que el cáncer de mama reaparezca, pero no está claro si perder esos kilos de más revierte el riesgo. Los estudios siguen en curso. No obstante, es importante que le pregunte a su doctor cuál es el peso saludable para usted. Mantener un peso saludable también podría ayudar a reducir el riesgo de otros tipos de cáncer y de enfermedades crónicas.

Manténgase en movimiento

Realizar actividad física puede reducir el riesgo de recidiva del cáncer de mama y ayudar a manejar el estrés, el miedo y la fatiga que presentan algunas personas luego de sobrevivir al cáncer de mama. Caminar es una buena actividad. También se recomienda hacer ejercicios de fuerza.

Cuanto más ejercicio haga, mejor será la posible protección, pero cualquier actividad es mejor que ninguna. Si tiene preguntas sobre cómo ejercitarse, su doctor o un fisioterapeuta pueden ayudarla a comenzar de manera segura.

Conozca los riesgos del alcohol

El consumo de alcohol puede aumentar los niveles de estrógeno, una hormona que estimularía el crecimiento de los tumores mamarios. Beber tan solo unos tragos a la semana puede aumentar el riesgo de que se le diagnostique cáncer de mama por primera vez. Se necesitan más investigaciones para averiguar cómo incide el consumo de alcohol en las recidivas. Sin embargo, como el consumo de alcohol está vinculado a varios tipos de cáncer, evitarlo puede reducir el riesgo de desarrollar otro cáncer.

Aliméntese bien

Si bien no hay garantía de que cambiar la dieta pueda prevenir que el cáncer de mama reaparezca, las pruebas sugieren que podría ayudar. Comer alimentos asociados a la prevención general del cáncer puede ser un buen punto de partida. Intente incluir muchas verduras y frutas de varios colores, frijoles y guisantes, y cereales integrales. Reduzca el consumo de carnes rojas y procesadas.

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